Cornu Aspersum
Con su caparazón marrón pálido, de apariencia arrugada, con espirales a menudo moteadas de blanco, y que mide entre 28 y 35 mm para un peso de 7 a 15 g. Su vida útil es de 5 años.
Anverso
Reverso
Con su caparazón marrón pálido, de apariencia arrugada, con espirales a menudo moteadas de blanco, y que mide entre 28 y 35 mm para un peso de 7 a 15 g. Su vida útil es de 5 años.
Muy común en toda la península Ibérica. Es de tamaño medio, entre 12-15 mm de diámetro. El ombligo es estrecho y está casi totalmente cerrado. La coloración es muy variable, el color de fondo de la concha es casi siempre blanco marfil y presenta a menudo diversas bandas espirales estrechas de color marrón. Carácter gregario y letargos expuestos. Se trata de una plaga muy importante y peligrosa en agricultura.
Es endémica del mediterráneo y, junto a Helix aspersa, es el caracol grande más frecuente en el levante español. Su concha es más gruesa y sólida (diámetro hasta 4 cm). Es de color marrón con pequeñas manchas difusas más claras, la abertura marrón oscuro y el labio usualmente blanco. Abunda en cultivos de secano, mientras que Helix prefiere zonas más umbrías y húmedas, como huertos y bordes de cursos de agua. Puede confundirse con Otala láctea, se diferencia de esta por el color claro del labio interior.
Nativa del mediterráneo ha sido introducida en otros países como control de plaga de caracoles y babosas. Rumina o caracol degollado, de tamaño medio y omnívoro. Rumina decollata es un predador voraz y se alimenta de caracoles de jardín comunes, babosas y sus huevos. También se alimenta de plantas, provocando en nuestro país grandes problemas en agricultura.
Muy presente en toda la península y es típico encontrarlo en árboles, postes, arbustos, etc… Se trata de un caracol de tamaño medio, unos 20 mm de diámetro y posee una espiral de rayas. De color variable, pero casi siempre claros y con bandas espirales. Posee un ombligo bastante amplio y casi totalmente descubierto, lo que lo diferencia de Theba pisana.
Deroceras reticulatum, que alcanza de 4 a 5 cm de longitud y varía en color desde el beige al marrón moteado de finas manchas oscuras.
O hortícola Arion hortensis, que mide de 3 a 4 cm y tiene un color azul-negro con una cara ventral amarillo-naranja.
Son animales con hábitos nocturnos, muy difíciles de ver durante el día, a excepción de días húmedos.
Las babosas suelen permanecer en las fisuras y grietas del suelo, mientras que los caracoles suelen protegerse en los postes de las parcelas, hierbas, etc., Gracias a su caparazón, los caracoles se adaptan bien a las variaciones climáticas, formando una película en la entrada de la concha llamada opérculo que los protege del frio y del calor. Cuando las temperaturas son óptimas para ellos, entre 13 y 18 °C y 75% de humedad, comienzan su movimiento y es aquí donde causarán daños a los cultivos. Se mueven fácilmente de una parcela a otra y a gran velocidad. La babosa gris puede moverse de 4 a 5 m en una noche. El caracol, además, es un gran viajero, pero su movimiento depende de la producción de mucus para desplazarse haciéndole así gastar bastante energía y provocando a su vez enormes daños en los cultivos.
Las babosas grises ponen entre 300 y 400 huevos.
Las babosas negras ponen entre 100 y 300 huevos.
Su período de incubación varía con la temperatura: de 15 a 20 días a 20 °C, o incluso más de 90 días a 5 °C según pruebas que se han realizado en laboratorio. La viabilidad de los huevos de babosas depende de la hidratación de estos y de que no sean devorados. Pese a estos riesgos los huevos son muy resistentes al frío (hasta -11 °C en el suelo) y significativamente menos resistentes al calor y los rayos UV.
El promedio de vida de babosas grises y negras rara vez supera los 12 meses. Pero sus ciclos son diferentes:
Ponen un promedio de 40 a 60 huevos y de media eclosionarán unas 6 semanas después.
La puesta se realiza en verano u otoño y dura de 1 a 2 días. Aunque si las condiciones climáticas son favorables el periodo de puesta de huevos se extiende durante más tiempo. Los caracoles, como las babosas, son hermafroditas. Cavarán agujeros de hasta 5-10 cm en el suelo para refugiarse y poner sus huevos.
Son animales extremadamente voraces, ocasionado así enormes perdidas en los cultivos y no son delicados, pueden ayunar periodos largos de tiempo.
Las babosas se alimentan de plantas cultivadas, colza, trigo, plántulas de girasol, cebada, maíz, patata, frutas en general, hortícolas y materia orgánica en descomposición, así como invertebrados muertos. Una babosa gris joven puede consumir la mitad de su peso durante una noche (de 30 a 50 mg). Lo que equivale, por ejemplo, a 2 plántulas de trigo o a 5-6 plántulas de colza.
Vídeo consumo de plántulas babosas
Los caracoles son principalmente herbívoros y su dieta depende de los recursos disponibles: pueden ayunar y luego consumir mucho. Se suelen alimentar sobre todo de frutales, Citricos, hortícolas (lechugas, alcachofas, brócolis,) viñas, almendros, etc. El nivel de alimentación de los caracoles disminuye antes de la hibernación y antes de la puesta. Así como durante la época de sequia no se alimentan, están aletargados.
Riesgo:
consumo de plántulas
Riesgo:
consumo de semilla, plántulas y espiga
Riesgo:
consumo de plántulas
Riesgo:
consumo de plántulas y grano
Riesgo:
consumo de plántulas y hojas
Riesgo:
consumo de nueva brotación y cosecha
Riesgo:
consumo de nueva brotación, fruta y riesgo extremo de secado en plantaciones jóvenes
Riesgo:
consumo de nueva brotación, fruta y riesgo extremo de secado en plantaciones jóvenes
Riesgo:
consumo de nueva brotación y riesgo extremo de secado en plantaciones jóvenes
Riesgo:
consumo de nueva brotación y riesgo extremo de secado en plantaciones jóvenes
Riesgo:
consumo de hojas y frutos
Riesgo:
consumo de hojas y frutos