Los caracoles y las babosas causan importantes pérdidas económicas en plantaciones de cítricos.
Detectar la salida de la hibernación de la plaga a tiempo, es la clave para evitar la proliferación de esta. Hay que impedir la reproducción y puesta de huevos.
Debido a la climatología existente en la zona citrícola española, de media con temperaturas suaves y humedades relativas superiores en la mayoría de los casos al 60%, experimentamos periodos de puesta más espaciados en el tiempo.
Esto quiere decir que no solo a la salida de verano los caracoles van a realizar la reproducción y puesta de huevos si no que, si están condiciones climáticas suaves perduran durante todo el otoño veremos puestas hasta casi finales de noviembre. Y si a la salida del invierno, la climatología vuelve a ser parecida a la anterior comentada, muchos ejemplares continuaran realizando puestas hasta que las temperaturas aumenten cerca del verano.
Independientemente de que algunas variedades de cítricos ya se hayan recolectado en primavera es fundamental continuar con el monitoreo de la actividad de moluscos en la parcela para poder realizar los tratamientos si continua la actividad de la plaga.